martes, 31 de enero de 2012

RAZONES PARA EMPRENDER

Soy emprendedor. Pertenezco a ese grupo al que cada día se van añadiendo más y que por diversas razones hemos decidido ser alevines de empresario. Porque, para ser empresario, hace falta no sólo emprender un proyecto empresarial; es necesario convertirlo en un negocio productivo. Y por desgracia muchos emprendedores nos quedamos en el camino, por diversas razones, la mayoría relacionadas con la falta de experiencia.

Además puedo decir que soy un emprendedor convencido. Quiero decir que no soy de los que se ponen manos a  la obra porque como no tengo otra cosa que hacer, me he quedado en paro, me han convencido de que lo mejor es el autoempleo... nada de eso. Soy emprendedor porque creo que he sido capaz de crear algo que aporta valor y tiene gran potencial para mejorar la vida de muchas personas.

Es por ello por lo que pertenezco a Iniciador, una comunidad de emprendedores que tratamos de ayudarnos entre nosotros. Es una organización que se subdivide en grupos por ciudades, por lo que pertenezco al de la mía, Iniciador Guadalajara (España) aclaración, la de España, que hay que hacer porque Iniciador ya está por muchos países del mundo, incluido Iberoamérica.

Entre los alevines de empresario tratamos, mediante reuniones y quedadas (modernamente llamadas networkings) de compartir nuestros problemas y aprender lo más rápidamente que podamos, antes de que la dura realidad nos pase por encima como una apisonadora, lo que seguramente deberíamos haber aprendido a lo largo de nuestros años de enseñanza reglada y que, no sé muy bien por qué, a los programadores educativos se les olvidó incluir.

Lo cierto es que en la mayoría de los casos, aparte de nuestra naturaleza emprendedora, nuestro general desconocimiento del mundo empresarial y la abultada mayoría de los que basamos nuestros proyectos empresariales en las nuevas tecnologías, a menudo tenemos menos cosas en común de las que se pueda suponer. La heterogeneidad de los emprendedores es grande, lo que hace difícil a menudo que podamos compartir muchas de nuestras experiencias. Que conste que, aunque sean reducidas las situaciones compartibles, sigo pensando que nuestras reuniones merecen la pena; aunque sólo sea para ver que en la dureza del camino hay más personas en la misma situación. Naturalmente hay más razones para pertenecer al grupo; igual que el pesimismo y la desesperanza son fáciles de contagiar, el optimismo y la ilusión también lo son. Afortunadamente.

Este artículo está elaborado con la intención de mostrar que es posible encontrar homogeneidad en el grupo, encontrando puntos en común que no sean similitudes en el producto/servicio a ofrecer, algo impensable para cualquiera que se dedique a esto. Una de las primeras cosas que se aprende en este mundo es que si no eres capaz de hacer algo que nadie más haya hecho o esté haciendo, si no eres capaz de aportar algo nuevo, lo mejor es que te quedes en casa quietecito. El punto en común que me permitió crear categorías homogéneas de emprendedores fueron las razones para emprender.


APROVECHAR UNA OPORTUNIDAD

Lo cierto es que, cuando veamos todas las razones que mueven a una persona a convertirse en un emprendedor, podremos darnos cuenta de que todas ellas poseen algo en común: todas ellas tratan de aprovechar una oportunidad. Es la naturaleza de esa oportunidad lo que distingue el tipo de emprendedores que somos en esta clasificación. El aprovechamiento de oportunidades similares genera en nuestra inquietud emprendedora procesos similares en su ejecución, incluso para proyectos de condición diferente.

Estas son las 7 oportunidades diferentes que he encontrado y que nos impulsan a dar el paso para emprender:

1. OFERTA DISPONIBLE

Una empresa de confianza nos ofrece ser sus proveedores.

Sobre todo si para ello tenemos que crear una empresa de servicios (informáticos, ingeniería,...) donde el riesgo no es muy elevado por necesitar poca inversión, resulta una de las oportunidades con mayores facilidades. Los resultados positivos son prácticamente inmediatos, con lo que resulta fácil dar el salto y convertirse no sólo en emprendedor, sino en empresario.

El problema más grave surge de tener una cartera de clientes demasiado reducida, lo que significa que, tras afianzarse, es necesario comenzar una labor comercial.

2. OFERTA INNOVADORA DISPONIBLE

Una empresa nos ofrece desarrollar un producto/servicio innovador para ella y, para reducir sus costes, nos permite explotarlo por nuestra cuenta..

Un caso frecuente en el mundo del desarrollo informático. No sabemos mucho del tema pero nuestro cliente sí que sabe y nosotros le vamos a aportar know-how informático.

Durante un tiempo nuestro proyecto empresarial estará asegurado pero a partir de cierto punto vamos a necesitar comprender y abrir un mercado que seguramente desconocemos.

3. CAPITAL DISPONIBLE

Por herencia, juegos de azar, porque al ser de sexo femenino disponemos de líneas de subvenciones más fáciles de lo habitual o porque nos han pagado una buena cantidad de finiquito, disponemos de dinero suficiente para iniciar una actividad emprendedora.

Disponer de capital para crear una empresa no es una situación muy frecuente, sobre todo a día de hoy. Además, la falta de ideas suele conducir a aprovechar las oportunidades que ofrecen las franquicias.

Dentro de esta categoría hay que distinguir 2 subgrupos. El primero cuando el capital es propio, como sería el caso de haber ganado dinero en la lotería, en donde no le debemos nada a nadie si sólo empleamos nuestro capital, y el segundo, como el caso de las subvenciones para mujeres emprendedoras, donde hay que contar con capital externo para el arranque. Las condiciones, evidentemente, son diferentes.

4. ORGANIZACIÓN DISPONIBLE

Tener una empresa funcionando y proporcionando ganancias permite soñar y crear nuevos proyectos empresariales.

Además de la experiencia propia, la disponibilidad de personal, la imagen corporativa, los medios,... facilita poner en práctica nuevas ideas. Siempre y cuando la empresa matriz genere beneficios, la seguridad que aporta es un valor añadido en este tipo de oportunidades.

5. RED DE CONTACTOS DISPONIBLE

Ya sea por ser una persona de mundo, que viene de sectores como la política, bien por venir de sectores profesionales relacionadas con el mundo comercial, el disponer de una buena agenda de contactos con los que se mantiene una buena relación sin duda es fuente de oportunidades de negocio.

6. PRODUCTO INNOVADOR DISPONIBLE

Una idea con potencial para ser innovadora y del gusto de los potenciales clientes/usuarios es otra oportunidad para el emprendedor. Por descontado, la idea debe ser materializada y si nos atenemos a la definición que dan algunos gurús de "innovador", con capacidad para cambiar hábitos y formas de pensar en el público al que va dirigida.

Valga la explicación anterior para hacer constar que no siempre empleamos el término "innovador" en ese sentido. "Innovación" es una palabra demasiado desgastada por el uso y, a menudo, se entiende sólo como algún cambio novedoso aportado a algo que ya existía, que mejora un producto y que por ello mejora su demanda. Esa definición corresponde más a "novedoso" que a "innovador".

7. TALENTO DISPONIBLE

A veces encontramos alevines de empresario que tienen muy clara la idea: quieren llegar a ser grandes empresarios; no saben aún a qué van a dedicarse pero no tienen dudas de que es su destino.

Quizá sea esta, de todas las oportunidades posibles, la más elemental. Incluso podríamos decir que es imprescindible en la lista de oportunidades anteriormente citadas. Sin talento no es posible materializar correctamente ninguna idea emprendedora, máxime en los tiempos que corren.


OPORTUNIDADES DE ORIGEN EXTERNO E INTERNO

El avezado lector seguro que se ha dado cuenta de que los 7 tipos de oportunidades expuestas se pueden agrupar según que las oportunidades sean de origen externo o interno, de la siguiente manera:

A. OPORTUNIDADES DE ORIGEN EXTERNO

1. Oferta disponible
2. Oferta innovadora disponible
3a. Capital disponible (cuando es externo como el caso de una subvención)

B. OPORTUNIDADES DE ORIGEN INTERNO

3b. Capital disponible (cuando es interno como el caso de una indemnización por despido)
4. Organización disponible
5. Red de contactos disponible
6. Producto/servicio innovador disponible
7. Talento disponible


AGRUPACIÓN POR OPORTUNIDADES

Si el lector es emprendedor, lo más probable es que se encuentre en al menos una de las oportunidades de la lista. Estoy seguro de que si en la próxima reunión con emprendedores se encontrara con otros en su misma situación tendrá la posibilidad de compartir muchas más cosas con ellos.

Por si alguien quiere compartir conmigo su visión de este tema, yo me encuentro en el grupo número 6. Seas del tipo que seas, estaré encantado de recibir tus comentarios a continuación.

Saludos.

lunes, 23 de enero de 2012

LA CURIOSIDAD MATÓ AL GATO... ¡MENUDA BOBADA!

Si uno revisa el refranero popular se da cuenta de que, para cada refrán, hay un contra-refrán, lo que hace que haya un refrán que encaja para todas las circunstancias. Sabiduría popular, en fin...

Uno de los que más hiere mis oídos es el de La curiosidad mató el gato. Jamás oí una chorrada más grande. Es sin duda una tonta forma de justificar la falta de interés por lo que pasa alrededor, es el refrán perfecto para los adocenados y los conformistas. El refrán que debemos seguir para construir una sociedad de memos.

Pero vamos a ver ¿Cómo nadie en su sano juicio puede sostener semejante axioma? La curiosidad jamás mató a nadie. ¡Pobre curiosidad! ¡Pero si es el motor del progreso humano! ¿Así queremos educar a nuestros hijos?

Pues sí. la curiosidad no mató nunca a nadie y mucho menos al gato. Si algo lo mató fue sin duda el exceso de confianza.


martes, 6 de diciembre de 2011

LA VERDADERA HISTORIA DEL ESTRÉS

Empezaré el tema lanzando una pregunta lógica: ¿Cómo es posible que, mostrando tantos efectos visibles sobre nuestra salud, el estrés no tenga una forma sencilla de medirse? Para poder hablar sobre el estrés de una forma exacta y comparable deberíamos poder decir algo así como “el médico me ha dicho que tengo un nivel 7 de estrés y tengo que bajarlo al 4”. Sería como si habláramos del nivel del colesterol o del peso corporal.

En principio, cualquiera de los efectos secundarios conocidos debería servir para poder hacerlo. Nos damos cuenta de que estamos estresados, por la sensación de agobio, de no llegar a todo lo que necesitamos llegar y nos han convencido de que, en esa situación, nuestra salud corre peligro. Pero ¿es eso cierto? ¿cómo actúa realmente?

El estrés resulta algo natural, incluso diría que imprescindible, en su justa medida. Es posible que conozcamos más de un caso en el que, para algunas personas, resulta incluso estimulante e incluso adictivo. La tensión que nos provoca estar realizando tareas nos puede proporcionar esa sensación de energía que puede resultar agradable, al menos hasta cierto punto. Las demandas de nuestro entorno para que resolvamos problemas, cuando somos capaces de resolverlos, verdaderamente pueden producir esas sensaciones ya que nos reconforta emocionalmente sentirnos útiles y valiosos. Así que, podríamos hablar de un estrés bueno y un estrés malo, como el colesterol. ¿Cómo se diferencian?

El problema del estrés es cuando se nos descontrola, algo relativamente fácil cuando nos movemos normalmente en ese punto límite de máxima estimulación energética. Un estrés bajo control significa reservar tiempo para el descanso en la proporción y calidad necesarios para recuperarnos. Y para eso es imprescindible poder desconectar nuestra mente de las urgencias diarias. Una vez más, la organización del tiempo, la planificación, resulta imprescindible para reservar el tiempo adecuado para todo, para sentirnos eficientes sin llegar a dañar nuestra salud.

Pero, todavía queda la duda en el aire: ¿cómo actúa el estrés sobre nuestra salud?

La razón de que no se pueda medir es porque actúa sobre nuestra salud de forma indirecta. Y es esa la razón fundamental de que distintas personas con similares niveles de estrés (con actitudes psicologicas similares, demandas externas similares, tiempos de dedicación similares,...) tengan diferentes respuestas en su salud.

Cuando estamos estresados descuidamos alguno, varios o, incluso, todos los aspectos que forman los cuatro pilares reconocidos de la salud:
  • La dieta. Comemos cualquier cosa y a deshora. Fast-food, cenas tardías a veces larguísimas por cuestiones laborales, desayunamos sólo un café, hacemos comidas copiosas con clientes, varios cafés diarios para mantener el ritmo,... 
  • El descanso. Nos acostamos tarde madrugando mucho, nos cuesta coger el sueño cuando hemos estado activos hasta el último minuto del día. En los días de descanso nos hacemos largos viajes “huyendo” del espacio diario de trabajo con lo que, a menudo, volvemos más cansamos físicamente,...
  • La higiene. En casos extremos hasta del tiempo necesario de higiene debemos recortarlo para poder llegar a lo que nuestro entorno demanda. Tenemos la cabeza en otro sitio. Si, además, tenemos algún tipo de problema de salud (raro será que no sea así), los cuidados necesarios diarios para mantener a nuestro cuerpo en condiciones no suelen ser suficientes en situaciones de estrés. 
  • El deporte. El ejercicio físico necesita tiempo. Es precisamente una de las primeras cosas que se aparcan cuando la falta de tiempo es acuciante. Si nuestro trabajo es sedentario la sobrecarga de algunos músculos y la falta de ejercicio de otros favorecerán, más tarde o más temprano, un futuro problema musculo-esquelético.
La mala dieta, el inadecuado descanso, la higiene insuficiente y la falta de ejercicio físico explican, por sí mismos, el paulatino deterioro sobre nuestra salud. A eso hay que añadir las circunstancias personales, lo que lo convierte en una relación causa-efecto muy variada, imposible de predecir a priori.

Es cierto que el estrés y la salud están relacionados, pero no estableciendo una relación directa, como acabamos de ver. Se pueden mantener unos niveles de estrés altísimos y, sin embargo, poder disfrutar de una salud de hierro si tenemos claros los demás elementos que intervienen. El problema no está en el nivel de estrés si no su duración y continuidad, es decir, en su falta de control y de integración adecuada con el resto de nuestra vida. En definitiva, un estrés planificado no es perjudicial en absoluto, más bien todo lo contrario.

La razón de que la práctica del yoga sea tan beneficiosa es precisamente porque nos permite centrarnos en los elementos que influyen positivamente en nuestra salud. Su fundamento está en que nos facilita volver a escuchar las demandas de nuestro cuerpo, creando un espacio interior que nos aleja de las urgencias externas generadoras de estrés, además de fomentar una conciencia corporal que evita desequilibrios entre grupos musculares, destensándolos y tonificándolos a la vez.

Ejerce un papel significativo en el descanso, gracias a la meditación, concepto que se aleja enormemente de la imagen que tenemos de meditación en occidente. Mientras que en nuestra sociedad meditar significa pensar insistentemente en algo, a menudo para encontrar soluciones a problemas, en la concepción oriental meditar significa precisamente lo contrario, dejar la mente en blanco para evitar que las vivencias interiores nos tensen y nos conduzcan a sentirnos poco relajados. Dejar la mente en blanco, como es fácil comprobar, no resulta nada fácil sin un entrenamiento adecuado. De hecho, cuanto más nos esforcemos en dejarla en blanco sin manejar los elementos que permiten conseguirlo, con más dificultad llegaremos a ello. Sin embargo, al conseguirlo, disfrutaremos de un nivel de contacto con la realidad pocas veces igualado con cualquier otra actividad humana.

Si no has practicado nunca yoga, es probable que no comprendas totalmente lo que estoy exponiendo, pero si lo has hecho, lo entenderás perfectamente. El yoga es un concepto espiritual de vida, aunque no es en absoluto una religión. Conlleva toda una serie de preceptos que favorecen una consciencia vital superior, con una capacidad de autocontrol fundamental para evitar caer una y otra vez en los mismos errores pero, a la vez, con una gran sensación de plenitud colmada de satisfacciones personales.

Y ahora una pregunta que dejaré en el aire ¿educamos a nuestros hijos en el conocimiento de estas verdades personales que tanto afectan a la calidad de vida o estamos más por la labor de educarlos en conseguir el éxito a través de lograr metas que sean la admiración de los demás?


EL PROCESO DE DESESPECIALIZACIÓN

Después de siglos de historia de la humanidad en la que la especialización en las tareas ha supuesto un enorme logro en los resultados, es posible que la desespecialización sea la respuesta que estamos buscando para lograr mayores cotas de eficiencia.

A veces aprendemos cosas que aceptamos sin más, sin plantearnos en ningún momento que pudieran ser de otra forma. Su apariencia de lógica aplastante a menudo oculta un trasfondo de verdades a medias. Pero mientras las mentiras suelen ser fáciles de rebatir, las verdades a medias suponen trampas para el intelecto que nos confunden y nos impiden muchas veces tomar la decisión más acertada. Por esa razón, las verdades a medias se comportan como el peor tipo de mentiras que existen.

En la antigüedad, la especialización era algo que se heredaba de padres a hijos de generación en generación. La información necesaria y las habilidades a desarrollar para ejercer una determinada profesión eran traspasadas de padres a hijos como verdadero oro en paño, debido sin duda a que esos conocimientos permitían ganarse el sustento para toda la familia.

LA EVOLUCIÓN PERSONAL


A lo largo de nuestros primeros años de vida vamos acumulando información que se nos proporciona a través de nuestro entorno, principalmente la familia y la escuela. En la escuela rápidamente se pasa a hacer una división de los conocimientos por materias. En cierto modo es lógico y necesario ya que adquirir información supone sistematizarla y organizarla para poderla impartir y asimilar con cierto orden y eficiencia. Llega un momento en que cada materia es enseñada por un profesor distinto, especialista en dicha materia y, ya desde el principio, mostramos distintos niveles de habilidad ante ellas, en parte debido a nuestra capacidad personal y en parte debido a la habilidad para enseñar del profesor de turno.

En algunos casos, cuando llega el momento, escogemos los estudios universitarios, guiados sobre todo por esas habilidades y preferencias personales mostradas anteriormente. En estos momentos la especialización de nuestras capacidades ya es muy elevada. Al acabar los estudios universitarios aún lo es más.

Pero esto no acaba aquí. Una vez en el mercado laboral, las circunstancias nos llevan de nuevo a especializarnos aún más. Pero no sólo son las circunstancias, una extraña idea de que tratar de estar entre los mejores en nuestro campo supone especializarnos cada día más. Al final, en algunos casos nuestro perfil es tan especial que somos capaces de hacer algo de lo que pocos son capaces y, cuanto menos haya dentro de ese grupo, más orgullosos nos sentimos de nosotros mismos.

En las empresas las cosas se preparan en ese sentido. Los departamentos no son ni más ni menos que divisiones que separan al sistema en elementos más simples y con entidad propia. Por supuesto, cada departamento se nutre de especialistas, algunos consagrados y otros en fase de consagración. Cuando se crea un departamento nuevo o se descubre una vacante en uno existente, las ofertas de empleo a la búsqueda del candidato ideal se dirigen mayoritariamente a encontrar un perfil que ya haya trabajado en departamentos similares. A menudo, cuanto más tiempo de experiencia pueda demostrar en ellos, tanto mejor. Lo normal es que un candidato con un perfil no muy claro en ese sentido, se descarta prácticamente desde el principio, aunque tenga un curriculum valioso.

No sólo sucede en el ámbito de la gestión. En el mundo industrial, la especialización del trabajo con el montaje en cadena demostró ser una forma muy eficiente de producción. Cada operario, especializado en su eslabón de la cadena, compite con los de su misma especialización para obtener las tasas de productividad más alta y los rendimientos más elevados.

En definitiva, la sensación es que la especialización es la respuesta a la productividad, por un lado, y a la autoestima por otro. Sin embargo podemos estar perfectamente equivocados en ambos aspectos.

INEFICIENCIAS MANIFIESTAS

¿Qué problemas surgen en una situación así? Todos lo hemos vivido. Los especialistas no siempre se entienden bien entre sí. Cada especialidad trata de hacer las cosas mejor dentro de su propio mundo ignorando las consecuencias en el sistema. Nos decimos a nosotros mismos: ‘Si mejoramos nosotros, el total mejora’ cuando no siempre sucede así. Pondré una analogía. Es como si la evolución dotara a los carnívoros de ojos enormes y con una cabeza suficientemente grande para contenerlos, para así poder localizar mejor a sus presas, pero se olvidara de que el resto del cuerpo fuera proporcionado. El resultado sería un carnívoro con una vista muy aguda y capaz de ver a sus presas desde muy lejos, pero con una cabeza demasiado grande para correr rápido y alcanzarlas.

¿Dónde encontramos las ineficiencias en las organizaciones? En los intercambios entre departamentos. Habitualmente los departamentos se organizan bastante bien. El jefe del departamento puede mantener un cierto control sobre sus subordinados y la realización de las tareas encomendadas. Pero es en el intercambio con otros departamentos donde se pierde valor. Lo que interesa en un departamento no tiene porqué ser exactamente lo que interesa al departamento que está a continuación en el proceso. Estoy convencido de que pasar temporadas trabajando en otros departamentos ayuda a comprender mejor el trabajo de los demás y en su conjunto, y a valorarlo como parte de un sistema.

En el entorno industrial, los óptimos locales se demuestra que producen ineficiencias al conjunto, obviando que no siempre conseguir los mejores rendimientos posibles en un punto de la cadena facilita el trabajo de los demás. Como es lógico, la fuerza de la cadena depende de la fuerza del eslabón más débil y la potenciación de los eslabones más fuertes sólo provoca mayores problemas al más débil y, por tanto, a la cadena completa.

INTERNET Y LOS NUEVOS PROFESIONALES


En los últimos años las cosas han cambiado notablemente.

En primer lugar debemos darnos cuenta de algo básico. Si bien la información hay que compartimentarla y sistematizarla para poderla asimilar, mantener esa subdivisión en el interior de nuestras mentes es un grandísimo error. El conocimiento es conocimiento y cuanto más interrelacionemos lo que conocemos, más útil será. Al fin y al cabo, aprendemos y solucionamos los problemas gracias a nuestra capacidad de relacionar.

En segundo lugar la información se ha hecho mucho más accesible a través de los nuevos medios basados en la informática y en la red de redes. Muchas tareas, en los que no se requieren muchos años de práctica continua, pueden ser aprendidas a través de Internet mediante todo tipo de prolijas explicaciones y videos demostrativos. La información está ahí, al alcance de cualquiera que desee tomarla. Y si hay dudas, hay miles de foros en donde se pueden plantear y que, con alta probabilidad, alguien antes se las planteó y fueron resueltas por otras personas.

Lo que supone todo eso es que, una persona con una formación básica suficiente, puede tener acceso y desarrollar por sí mismo habilidades que en otro tiempo habrían sido coto privado de otras especialidades. Teniendo en cuenta la regla de Pareto empleando tan sólo el 20% del tiempo que empleó un auténtico especialista, somos capaces de hacer el 80% de lo que ellos son capaces. Y si a ese resultado le aplicamos de nuevo la regla del 80/20, obtenemos que con tan solo un 4% de esfuerzo conseguimos… ¡nada más y nada menos que un 64% de resultados! Por supuesto, eso no se limita a una sola especialidad. Cuanto más aprendemos de otras especialidades mejor formación tenemos y más facilidad para aprender las siguientes.

¿Qué supone eso? Un nuevo perfil en el mundo profesional. Un profesional multidisciplinar y polifacético que no hay que confundir con lo que antes se llamaba un profesional generalista. En este segundo caso hablamos de alguien que no ha optado por especializarse, mientras que en el primero hablamos de alguien que se ha especializado varias veces a lo largo de su vida profesional.

¿Qué valor tiene? Capacidad para entenderse con distintas especialidades, coordinación de equipos, resolución de problemas complejos multidisciplinares, mejor gestión del conocimiento,... Un profesional polifacético así es alguien a quien le gustan los retos, los problemas complejos, que es muy adaptable a nuevas circunstancias laborales, que muy probablemente trabaja bien en equipo porque le gusta aprender de los demás,… En definitiva un valor añadido para la empresa. Utilizando una analogía, es como el hormigón, donde por un lado está la grava representaría las distintas especialidades de una organización, con un intercambio de información casi inexistente entre ellas, y por otro el mortero, que sería representado por el nuevo tipo de profesional, capaz de intercambiar información con distintas especialidades y haciendo del conjunto mucho más compacto y resistente.

OTRAS ÁREAS DE DESESPECIALIZACIÓN

No sólo en el entorno de la gestión una desespecialización mejora la flexibilidad y la eficiencia general de la empresa. También lo hace en un entorno productivo como podría ser una obra.

¿Cómo? Imaginemos que tenemos un equipo de trabajadores capaces de hacer de albañiles, carpinteros, pintores, soldadores o lo que haga falta. Este equipo, al que podemos llamar Equipo Polifacético de Refuerzo (EPR) serviría al jefe de obra para adaptarse a las circunstancias y las necesidades. Una rápida observación de la planificación actualizada le dirá al jefe de obra cuales son las actividades en curso pertenecientes a la ruta crítica. Bastará con asignar al EPR el refuerzo de esas actividades para conseguir una mejora en la fecha prevista de finalización de todo el proyecto. Además, por si fuera poco, es probable que con los años y la experiencia, muchos de ellos acaben siendo futuros encargados de obra, otro valor añadido en recursos humanos para el futuro de la empresa.

Creo que todos estaremos de acuerdo con que la situación ideal de una obra es que todo el personal fuera capaz de hacer de todo ¿no es así? Esa, probablemente, desde el punto de vista de gestión de recursos humanos, sería la obra perfecta.


LA PÉRDIDA DE CULTURA VEGETAL

Me presentaré. Soy ingeniero agrónomo y tengo más de 3 décadas de experiencia en programación de ordenadores. Gracias a mi gran afición por las plantas y por la informática he creado una herramienta capaz de ayudar a cualquier persona a averiguar el nombre de una planta. Y no sólo eso, en realidad lo más importante de la herramienta que he desarrollado es que enseña a identificar las plantas gracias a su formato educativo. La herramienta a la que me estoy refiriendo se llama NomenPlantor y se puede obtener más información sobre ella en el sitio https://www.nomenplantor.com

INTRODUCCIÓN

No resulta difícil reconocer que en nuestra sociedad se ha perdido muchísima cultura de conocimiento de las plantas. Nuestros antepasados, no hace demasiadas generaciones, reconocían muchísimas más especies que nosotros. Pero ¿cómo es posible que estemos perdiendo cultura en una sociedad a la que se le pone el calificativo de sociedad de la información? ¿Acaso es posible fomentar la protección a la biodiversidad si estamos perdiendo precisamente el conocimiento de la biodiversidad? 

EVOLUCIÓN NEGATIVA

El paso de una vida rural a otra mayoritariamente urbana ha conllevado varios cambios sustanciales, entre ellos el cambio de las especies vegetales con las que habitualmente convivimos. Nuestros antepasados conocían bien las especies de su entorno, que era distinto al nuestro. Ese cambio requiere un cambio en la mentalidad de las personas implicadas en gestionarlo.

Las especies ornamentales son fantásticas como material didáctico. Además de ser las especies que vemos a diario, poseen características interesantes desde un punto de vista educativo. Las ornamentales son fáciles de distinguir gracias a sus características estéticas (por ello son ornamentales) y son fáciles de diferenciar debido a su origen geográficamente disperso (están poco emparentadas entre sí, en general).

Y sin embargo se minusvaloran como material didáctico. Una educación ambiental, a mi juicio mal entendida, se olvida de los ecosistemas que hemos creado para nosotros mismos y potencia sólo los ecosistemas naturales, importantes sin duda, pero a menudo lejanos para el día a día de la mayoría de nosotros. No pongo en duda que en el ámbito universitario los ecosistemas naturales y sus componentes sea material de estudio imprescindible, pero sí resulta un grave error, a mi parecer, el utilizarlos como material único y exclusivo en enseñanza primaria y secundaria. Si analizamos un poco más el problema, descubrimos que la formación de buena parte de los profesores relacionados con el Conocimiento del Medio provienen de carreras universitarias donde las especies ornamentales no pasan de ser consideradas, a menudo, una simple curiosidad de escaso valor medioambiental y educativo.

DISTANCIAMIENTO ENTRE CIENCIA Y SOCIEDAD

La herramienta para identificación de especies por antonomasia, ya sean vegetales o no, son las claves dicotómicas. Para el que no le suenen, son aquellas en las que al usuario se le van planteando cuestiones con dos posibles opciones tipo "La planta es leñosa o es herbácea". Si elegimos la primera opción nos lleva a una nueva pareja de opciones y si elegimos la segunda nos lleva a otra pareja de opciones diferente. Con cada elección se van descartando las especies que no cumplen hasta llegar a la identificación de nuestro ejemplar.

Por desgracia, crear una clave dicotómica lleva mucho esfuerzo y, lo que es peor, ampliarla supone tan difícil tarea que, a menudo, se necesita empezar de nuevo como si todo lo anteriormente hecho no hubiera valido para nada. Eso era así hasta que Linneo creó el sistema de clasificación taxonómica, donde los organismos se ordenan según un patrón jerárquico (los más habituales son Clase, Orden, Familia, Género y Especie, aunque puede haber muchos más). Al mezclar el concepto de clave dicotómica con el de clasificación taxonómica, las clave adquirieron una cualidad fantástica para sus creadores: por fin eran fácilmente ampliables. Añadir una nueva especie es cuestión de añadirla a partir del género al que pertenece, por lo que no es necesario empezar de cero. Esto hizo que las claves dicotómicas, en su inmensa mayoría, hayan sido creadas atendiendo a la jerarquía de clasificación taxonómica, siendo necesario, para identificar una especie, identificar primero su Clase, Orden, Familia y Género (por decir sólo los principales). Tal es así que, a menudo, erróneamente se utiliza el término "clasificar un ejemplar" en lugar de "identificar" o, mejor todavía, como sostenía D. Santiago Castroviejo, "determinar".

Algo tan fantástico, sin embargo, no está exento de problemas. Reconocer a qué familia pertenece una planta es muy complejo en la mayoría de los casos y sólo está al alcance de botánicos avanzados. Utilizando un ejemplo fácil, saber si un árbol es un pino es apto para cualquiera, mientras que saber si es una pinácea o, simplemente, una gimnosperma, no lo es en absoluto.

Este problema ha generado un distanciamiento importante entre la sociedad científica y la sociedad civil, en lo que respecta al tema de identificación de especies, mientras que, vuelvo a recordar, nuestros antepasados reconocían una gran cantidad de especies sin saber nada de botánica entendida como ciencia.

NOMENPLANTOR

NomenPlantor genera dinámicamente, es decir, "sobre la marcha", dicotomías en las que ofrece una ayuda en formato textual y visual para elegir la opción adecuada. Es la ayuda la que permite al usuario ir conociendo los detalles morfológicos de las plantas, adquiriendo poco a poco la cultura necesaria para distinguir unas especies y otras. Además, es la primera clave dicotómica del mundo que ofrece al usuario la posibilidad de no contestar una dicotomía y saltársela en caso de duda o falta de información, lo que facilita muchísimo su uso.

NomenPlantor posee otras cualidades que la convierten en una herramienta de ámbito universal, como la posibilidad de utilizarla en cualquier idioma, la de generar dicotomías para usuarios de nivel básico, avanzado o experto, la de crecimiento sin limitaciones en el número de especies (actualmente hay más de 4.000 taxones descritos) y en el número de claves generadas (una clave se crea simplemente por agrupación de especies),... además de estar diseñada para ser utilizada en formato Web para incluir en cualquier site.


Ejemplo de clave NomenPlantor
para identificación de plantas de interior

CAMBIO CULTURAL

Después de casi 3 años de funcionamiento NomenPlantor ya ha demostrado que es la herramienta perfecta para cambiar una tendencia de pérdida cultural en nuestra sociedad. Además ha crecido mucho. Ya son más de 4.000 especies descritas, con medio centenar de claves de identificación, han sido tomadas cerca de 1.000 imágenes de ayuda, varias docenas de artículos de apoyo sobre botánica en la Web hermana Botanipedia (visitable en http://www.botanipedia.org), cerca de 1.300.000 registros en la base de datos, se han superado las 90.000 líneas de código, se ha creado un curso on-line de formación de formadores gratuito (visitable en http://atutor.eficientech.com),...

Y, sin embargo, el futuro del proyecto está en entredicho por culpa en parte, de la situación actual, de acuerdo pero, por otra tengo que denunciar aquí además una falta de interés y apoyo por parte de la mayor parte de las instituciones implicadas.

Tengo la completa certeza de que he hecho todo lo que estaba en mi mano, a pesar del fuerte temporal que sopla en contra. Ahora, señores políticos, es su turno.